Carlos París : "Vivimos en la época de la mentira"
El presidente del Ateneo de Madrid inauguró ayer el nuevo curso académico de la institución con una disertación sobre los engaños en los que se sustenta la civilización occidental.
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El filósofo Carlos París.
Carlos París (Bilbao, 1925) dio ayer el pistoletazo de salida
al nuevo curso académico del Ateneo de Madrid, que preside, con un
análisis del papel de la mentira en el mundo actual. La civilización
occidental está asentada en el engaño, afirma. La ONU, la OTAN, la UE...
todas las grandes organizaciones e instituciones son, según su opinión,
una gran mentira ya que no persiguen los fines que anuncian y sí la
defensa de los intereses de los más poderosos. "La única verdad reside
en el pueblo, en las masas", señala.
Ha
señalado reiteradamente en su conferencia que el engaño ha estado
presente a lo largo de toda la historia pero que, sin lugar a dudas, es
esta la época de la mentira. ¿Por qué cree que el tiempo actual puede
ser calificado como la época de la mentira?
Por dos razones. Los
medios de comunicación tienen más potencia que nunca y están controlados
por el poder por el coste que supone mantenerlos. El otro motivo, más
fundamental, es que la mentira se ha encarnado en nuestra propia
civilización. La estructura misma de la civilización es engañosa. Es
ficticia. Es mentira.
¿La civilización occidental actual está basada sobre la mentira?
Sí.
Se proclaman los ideales de la Ilustración: la democracia, el progreso,
la igualdad, la libertad... y, sin embargo, se están traicionando y
aplastando estos ideales. Los indignados dicen: "Lo llaman democracia y
no lo es". Tienen razón. Entre las declaraciones teóricas y la realidad
hay un abismo de diferencia. La OTAN no es órgano que sirva a los
intereses de la justicia sino a los intereses de las clases dominantes.
La ONU hacen aguas por muchas partes. Tienen un Consejo de Seguridad no
democrático constituido por los grandes países que ostentan las armas de
destrucción masiva y las decisiones de la Asamblea General no son
atendidas como se ve en el caso de Israel y EEUU.
"El capitalismo productivo se ha convertido en un capitalismo especulativo, de casino, financiero"
Cuando
ha enumerado esta serie de instituciones asentadas en la mentira
durante su conferencia también ha hecho referencia a la economía. ¿Es la
economía la mayor mentira de todas?
Sí, ciertamente. Esta
economía está ligada a la evolución del capitalismo, que se ha
convertido de un capitalismo productivo a un capitalismo especulativo,
de casino, financiero. La política que está siguiendo favorece a las
clases dominantes y los grandes países frente a las clases populares y
los trabajadores. Además, la aplicación de estas políticas está
produciendo hambre, miseria y está aumentando la mortalidad allá donde
se aplican. De hecho, hay toda una corriente crítica de economistas que
denuncian estas políticas oficiales sólo benefician a las minorías.
¿Los mentirosos son conscientes de que están mintiendo?
Hay
un fenómeno muy curioso que es el del mentiroso que acaba creyéndose
sus propias mentiras y mintiéndose a uno mismo. No descarto que a fuerza
de repetir estas mentiras acaban de alguna manera asimilándola. De
todas formas, siempre hay alguna dosis de cinismo. Es como los
dirigentes, que no son creyentes, pero que afirman que la religión es
buena para el pueblo. Claro, la mente humana en este sentido es muy
compleja. Sartre hablaba de la mala fe y la mala conciencia. Creo que
hay un fenómeno de falsa conciencia y de autoengaño pero partiendo
siempre de una actitud de interés. Cuando se tiene interés en algo uno
tiende a engañarse y a pensar que este algo es bueno para todos.
¿Cómo se desenmascaran estas mentiras?
El
modo son las protestas populares a las que estamos asistiendo. Creo que
hace falta una movilización de la opinión pública mucho mayor y también
más medios de comunicación independientes. La destrucción, sin embargo,
de los medios de comunicación progresistas viene del siglo XIX, como
bien recoge Chomsky en un libro suyo. El problema es que la televisión
sigue teniendo un gran poder y sólo puede estar en manos de grupos que
tienen mucho poder. De hecho, la mayoría de las televisiones de la TDT
son completamente reaccionarias.
También
ha afirmado en su conferencia que en esta época de la mentira, el país
más desarrollado en el fenómeno de vivir sobre un suelo de mentiras es
España. Debo preguntarle otra vez por qué.
En España se ha
ocultado lo mejor de la historia de España, como fue la II República, la
lucha por defenderla y la lucha contra la dictadura. También se ha
ocultado la represión del franquismo y esta versión de la historia se ha
llevado al diccionario de la Real Academia de Historia pasando a ser
una especie de versión oficial. Todos los países que han sufrido
dictaduras han juzgado a sus responsables. En Alemania o Italia no se
concibe que haya símbolos recordando la etapa fascista y nazi. En
España, con plena impunidad, se sigue defendiendo el fascismo y
ocultando la verdad. Las fosas sin desenterrar y la expulsión del juez
Garzón de la carrera judicial son significativas de la magnitud de la
mentira en España.
"La verdad está en el pueblo, en las masas, en que estas masas salgan del engaño"
¿Esta es la única mentira?
No,
no. Mentiras se pueden sacar todos los días. Las declaraciones de
empresarios que oímos tan frecuentemente, sin ir más lejos, suelen ser
mentira. O la afirmación del ministro Montoro de que los sueldos
continuaban subiendo. Este caso es un ejemplo de cuando la mentira te
lleva al ridículo. Pero se nos está diciendo sistemáticamente que se va a
crear empleo y que vamos a salir del túnel, que ya se ve una luz y que
el panorama está mejor. Todas estas afirmaciones tratan de fomentar
ilusiones en la gente y engañarla. Antes te adoctrinaban para tener fe
en otra vida después de esta, ahora te hablan de una vida futura en esta
tierra, pero no se ve que caminemos hacia ella.
¿Qué nos queda de verdad?
La
verdad está en el pueblo, en las masas, en que estas masas salgan del
engaño. Creo que hay un descontento generalizado, no solo de los
indignados. Las huelgas son constantes por Sanidad y por Educación. El
descontento está en la realidad. Ahora hace falta que ese descontento se
canalice y que, además, se totalice, que no sea sectorial. Hace falta
una protesta unitaria. Esta protesta, además, tiene que articularse
políticamente.
¿Con qué objetivo?
Llegar
al poder. Hay que pensar en dos maneras de remediar este descontento.
Uno seria la III República. La República debe ser el medio por el que
salir de esta situación de engaño. El otro es la colectivización de los
medios de producción. Una sociedad democrática es aquella que tiene los
medios de producción y de comunicación en manos de la colectividad y no
en manos de una minoría. Con una República se superarían gran parte de
estos vicios y corruptelas que heredamos del franquismo.
Vivimos rodeados de mentiras.
ResponderEliminarEntre tanta oro falso non é doado atopar o verdadeiro.
Pero , como as meigas, habelo haino.
Coido que o gran problema é que a meirande parte da xente está cega ou non quere ver e a "educación" recibida non deixa de ser un amansamento pra termos embaixo do xugo esclavista dunha prosperidade que sempre beneficia ós mesmos. Namentres asistimos a recitais soporíferos, telexornais amañados, homilías dun deus menor asasinado, discursos baleiros, inercias enfermizas que alimentan a roda da servidume e o acoplamento social a vivir na mentira máis perigosa que é o autoengano, confiando na fe, na fealdade do ser humano, polos séculos ds séculos. RIP. JU
ResponderEliminarMoi interesante a entrevista. Agora só falta que o pobo desperte. Eu xa vou facendo proselitismo a miña maneira, por iso estou aprendendo a tocar a pandeireta, para dicilo con música. Lalalarala..aire..plas,plas..
ResponderEliminarNon teñas medo que rache que é de coiro de cacique.
ResponderEliminarHay que desilusionarse primero, abandonar los embelesos del iluso, la falsa potencialidad de la mentira que nos empequeñece y manipula para fallarnos cuando más lo necesitamos.
ResponderEliminarNecesitamos ver claro: ¿Qué hay, que existe de verdad aquí, delante de mis ojos? ¿Qué gafas, que filtros distorsionan lo que veo?. ¿Que nociones queridas sobre uno mismo, sobre los otros, sobre como son las cosas, son reales y no parte de mi manera de apuntalar el ego?.
Creo que nos jugaron una mala pasada cuando a la acción de desilusionarse, desengañarse la colorearon de tristeza, cuando realmente es una actividad sumamente positiva, sanadora. Solo el deseoso de engaño añora la estupidez de lo que nunca existió más que en su enferma imaginación, en vez de alegrarse de la riqueza y complejidad infinita de lo que si verdaderamente existe.
La situación del hombre es terrible, pero su potencial es asombroso. Para actualizarlo tiene que deshipnotizarse, desilusionarse de las mentiras desplegada por los artistas del engaño, las fuerzas sombrías de la codicia; pues ocurre que simplemente está encadenado por aquello que NO ES
al aceptar la maniobra de DAR CRÉDITO a lo falso. La mentira es la cadena ,al aceptarla nos condenamos a una vida miserable, pues la verdad es vivificante y nuestro ser exige percibirla
para nutrir su existencia.
Olé ! Ben falado. Na panorámica global de 360ª sobran os motivos pra case todo, o caso é face-lo ben, non o mal. Instinto e forza. XXX JU
EliminarParabriseirxs!
ResponderEliminarRecomendo encarecida...MENTE a lectura da entrevista a Susan George que sae hoxe en Público. JU