EL ADIÓS
(La mujer lo miraba sin respuesta)
Había un espejo humedecido que imitaba la vida vagamente. Se apretó la corbata, el corazón, sorbió un café desvanecido y turbio,explicó sus proyectos para hoy,sus sueños para ayer y sus deseos para nunca jamás
(Ella lo contemplaba silenciosa)
Habló de nuevo. Recordó la lucha de tantos días y el amor pasado. La vida es algo inesperado, dijo. (Más frágiles que nunca las palabras.)
Al fin calló con el silencio de ella,se acercó hasta sus labios y lloró simplemente sobre aquellos labios ya para siempre si respuesta.
J.A. Valente
Mauxa Mallo |
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