


Conforme al calendario ogham, abril, el mes del espino, simboliza la fiesta primaveral del fuego, de la fertilidad, la fuerza y el crecimiento renovado. Esta planta representaba la pureza, la castidad, la protección de los reinos mágicos interiores.
Las mujeres celtas lo solían llevar cuando contraían matrimonio de prueba(unión que duraba aproximadamente un año y medio), y plantaban uno cerca de la casa cuando ese matrimonio se hacía duradero.
También cuando se le pedía a una persona con la que se había tenido una disputa, una nueva oportunidad, se le solía regalar una rama de espino envuelta en musgo frondoso.